
Territorio de Miñi Miñe
El territorio ancestral de Miñi Miñe se ubica en el límite Norte la Comuna de Huara, Provincia del Tamarugal, Región de Tarapacá, corresponde a un amplio espacio territorial, compuesto por los poblados y caseríos de Cutijmalla, Champaja, Cuanalla, Quipinta, Pampa Betel, Pampa Quipinta, Miñita, Miñi Miñe, Suca-Liga y Corza, cuyos habitantes y descendientes conservan los apellidos y troncos familiares que dieron origen a este gran asentamiento, siendo parte fundamental de su identidad cultural su pertenencia al territorio de Miñi Miñe.
Desde tiempos inmemoriales, según su distribución administrativa, se ha reconocido al poblado de Miñi Miñe como capital territorial, la cual hasta el día de hoy administra en conjunto los sectores de Champaja, Quipinta, Pampa Betel, Pampa Quipinta y Miñita, siendo esta última identificada como el centro ceremonial del territorio de Miñi Miñe.
La relación entre estos lugares está fuertemente entrelazada por prácticas culturales que se conservan hasta la actualidad, como las técnicas de cultivo, de riego, de construcción, la celebración de ceremonias, etc. Comprendiendo este territorio como una gran unidad territorial.
El Cerro Mamuta o Mama uta, se encuentra a la cabeza de esta gran quebrada, es considerado un cerro sagrado o protector, un cerro madre en que se encuentran las 4 aguadas o nacientes de aguas. Mamuta, permite la vida de nuestros valles, ella obtiene el agua de las nubes y la guarda de su vientre, para luego brindarnos afluentes para todo el territorio, a través de los cuales circula la vida y la historia de nuestras comunidades.
El uso y distribución de estas aguas, es comunitaria. Gracias a estos afluentes se ha podido mantener en nuestra agricultura el sistema de riego por inundación, su distribución es por turno o mita y el agua circula por canales empircados y en algunos casos sellados con cemento, generando un hermoso paisaje, un sonido y un movimiento armonioso. El riego por inundación permite cultivar productos de mejor calidad, una buena hidratación tiene como resultado, naranjas y limones jugosos, lo que es observable hasta en su suave cáscara, así como también, guayabas y paltas cremosas, sabrosas al paladar, sólo para dar algunos ejemplos.
La vocación productiva del territorio es principalmente agrícola y especialmente orientada a la producción frutícola, que es comercializada en los mercados urbanos de Alto Hospicio, Iquique y Arica, y en menor medida en la localidad Camiña.
La gran quebrada del territorio de Miñi Miñe, presenta una geografía propicia para el desarrollo de micro climas, que otorgan paisajes diversos y que junto a las técnicas agrícolas y de construcción, posibilita el cultivo de una gran variedad de productos, preserverando además una biodiversidad propia
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Nuestros productos son orgánicos, las técnicas de cultivo utilizadas, se han transmitido y conservado de generación en generación. Se utiliza abono de animal para alimentar la tierra, y para el combate y la eliminación de plagas se privilegia la detección temprana, el lavado y la poda, tratando de afectar lo menos posible nuestros árboles. Mantenemos una relación de respeto, entendiendo que para cultivar buenos frutos y recibir una buena cosecha, es relevante el respeto de los ciclos, los tiempos de descanso, de alimento y la comunicación que mantenemos a través de nuestras ceremonias con la madre tierra.
Entre los productos que podemos encontrar desde la zona más baja de la quebrada hasta las cercanías del gran cerro Mamuta, podemos mencionar guayabas, membrillos, peras de agua y de pascua, dátiles, mangos, granadas, tunas, tumbos, manzanas, paltas, aceituna, habas, cebolla, betarraga, naranjas, limones, capulí, entre otros, los cuales dependiendo de la zona se produce en mayor o menor medida.
La artesanía está presente en la elaboración de canastas de caña, que se han utilizado para la recolección de la fruta y el transporte de víveres. Estas técnicas complejas se han transmitido y conservado desde tiempos inmemoriales y hoy forman parte importante de la identidad territorial. La comunidad se ha propuesto revitalizar esta práctica cultural, generando espacios de transmisión de estos saberes a las nuevas generaciones.
Las comunidades, en su afán de seguir fortaleciendo un desarrollo con identidad en nuestro territorio, han proyectado trabajar en el establecimiento de servicios complementarios a nuestra actividad agrícola principal, por lo que esperamos avanzar en una planificación conjunta de un turismo de intereses especiales, dirigido a personas que busquen conocer y tomar conciencia respecto a la integridad cultural de nuestras comunidades originarias, un turista que desee adaptarse para conocer nuestra forma de vida, nuestras creencias, nuestra cosmovisión, de modo que esta experiencia contribuya a nuestras comunidades y al turismo, generando conciencia respecto a la importancia de conservar la riqueza de nuestros territorios y de nuestra cultura.